Calderas acuotubulares

Babcock Wanson cuenta con un experto equipo de ingenieros que se encarga de diseñar calderas acuotubulares a medida de cada aplicación específica, así como con personal mecánico y técnico capaz de asistir al cliente y organizar los trabajos de instalación y puesta en servicio.

Consideradas uno de los tipos de calderas de vapor más antiguos, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII, las calderas acuotubulares han evolucionado desde la alimentación de pequeños trenes de vapor y motores de vapor fijos hasta convertirse en la fuerza motriz de procesos altamente exigentes con capacidad para ofrecer potencias muy significativas. Estas calderas suministran vapor de alta calidad (desde vapor saturado seco hasta vapor sobrecalentado a alta temperatura) gracias al diseño de su intercambiador de calor y, además, pueden alcanzar presiones operativas muy elevadas. Son aptas para aplicaciones que requieren una producción de vapor elevada (hasta 80 t/h), vapor a alta presión (hasta 80 bar) o vapor sobrecalentado (hasta 550 °C).

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Principio de funcionamiento

Normalmente, las calderas acuotubulares se componen de cuatro partes: un calderín de agua de alimentación inferior (en ocasiones, conocido como «domo inferior»), un calderín o domo superior con una superficie de agua a partir de la que se genera el vapor, tubos de agua que conectan ambos calderínes y un sobrecalentador/economizador (dependiendo de la calidad de vapor necesaria). El agua circula por convección entre los dos calderínes, mientras que el calor atraviesa los haces de tubos. El agua más fría desciende hacia el calderín inferior y el agua recalentada asciende hacia el interior del calderín superior donde se produce el proceso de vaporización del agua y por tanto la generación de vapor. El vapor saturado se extrae de la parte superior del calderín para transferirlo a consumo o pasar por el sobrecalentador posterior situado en medio del flujo de gases de escape para incrementar la temperatura todavía más. El agua más fría del fondo del calderín de vapor precalienta el suministro de agua de alimentación cuando regresa al calderín de agua de alimentación.

Con el fin de mejorar la eficiencia energética, los gases de escape también se emplean para precalentar el aire inyectado en el hogar y para calentar el suministro de agua de alimentación.

Ventajas de las calderas acuotubulares

  • Producción de vapor desde 4,5 hasta 80 t/h.
  • Vapor saturado y vapor sobrecalentado hasta 550 °C.
  • Eficiencia superior al 95 %, sin ningún sistema de recuperación de calor adicional.
  • Presión de servicio típica de 10-90 barg.
  • Posibilidad de uso en interiores o exteriores.
  • Compatibilidad con todo tipo de combustibles líquidos y gaseosos.
  • Construcción conforme con la Directiva 2014/68/UE (PED) y la norma armonizada EN-12952.
  • Distintos niveles de supervisión de la caldera: desde el modo atendido (p. ej., supervisión local permanente) hasta el modo desatendido durante periodos de hasta 72 horas.
  • Muy fiable. El diseño de las calderas acuotubulares es muy robusto gracias a los diámetros relativamente pequeños de los calderines de vapor y lodos, así como a su funcionamiento inundado.