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Introducción
Con la mirada puesta cada vez más en el ahorro energético, beneficioso tanto desde una perspectiva financiera como ambiental, Babcock Wanson ofrece una amplia variedad de equipos de recuperación de calor, desde economizadores de gases de escape para mejora de instalaciones actuales hasta calderas de vapor o fluido térmico independientes con recuperación de calor residual, pasando por soluciones a medida para satisfacer las necesidades de los clientes.
Casi todos los procesos industriales actuales necesitan o generan calor en el marco de su ciclo industrial. Permitir que ese calor se disipe en el entorno circundante es un despilfarro y, además, suele regirse por una legislación específica. La recuperación y la reutilización del calor residual no solo mejora la sostenibilidad del proceso y aporta ventajas financieras, sino que favorece el cumplimiento de las normativas ambientales. Y es aquí donde entran en escena los sistemas de recuperación de calor: capturan y dirigen el calor residual para reintroducirlo en el proceso original o emplearlo para otros fines.
Principio de funcionamiento
Aire-Fluido: los gases de escape a alta temperatura atraviesan un dispositivo de recuperación de calor (p. ej., una caldera de vapor pirotubular o una caldera de fluido de serpentín helicoidal) que transforma el calor recuperado en vapor, agua caliente o fluido térmico que se devuelve al proceso.
Aire-Aire: una de las formas más habituales de recuperar energía es precalentar aire fresco para un proceso con ayuda de los gases de escape o el aire de salida del proceso. Esto puede materializarse en un intercambiador aire-aire situado después de un dispositivo de recuperación de calor principal como el descrito más arriba o en un sistema de recuperación de calor de relativamente baja temperatura a partir de los gases de escape. En ambos casos, los gases de escape de un proceso industrial se canalizan a través de un dispositivo de recuperación de calor en donde la energía térmica se extrae antes de descargar el aire frío a la atmósfera. Al mismo tiempo, el aire fresco limpio se introduce por el otro lado del intercambiador y recoge el calor extraído. Este aire precalentado puede utilizarse para alimentar nuevamente el proceso, de modo que las exigencias caloríficas de este último se reducen, o para otros fines.
Los dos flujos de aire no necesitan mezclarse directamente para permitir la transferencia de calor. Existen multitud de sistemas para lograr lo anterior, entre ellos, sofisticados intercambiadores de calor que pueden capturar hasta un 95 % del calor residual.
¿En qué procesos son más útiles los sistemas de recuperación de calor?
Esta lista es extensa puesto que, en teoría, cualquier proceso industrial que produzca calor residual puede beneficiarse de las ventajas de un sistema de recuperación de calor. Entre las fuentes habituales de calor residual que pueden recuperarse y reutilizarse fácilmente se incluyen:
- Flujos de gases de escape a alta temperatura procedentes de hornos y secadores
- Gases de combustión de calderas
- Purga de calderas
- Compresores de aire
- Plantas de refrigeración
- Efluentes líquidos calientes
- Centrales eléctricas
- Sistemas de refrigeración de plantas de procesos
Ventajas de los sistemas de recuperación de calor
- Rentabilidad
- Reducción del consumo de energía
- Sostenibilidad